MI RINCONCITO

EL OLIVO

Si fuera un árbol, quieto y distante, anclado en alguna tierra de cielo azul y sol presente, sería un olivo. Un olivo protegido por Andalucía.

Un olivo de ramas destartaladas, pero de fruto de valor preciado, de hojas verdes que si las miras de lejos, son pequeñas gotas del oleaje de un mar de plata que lo cubre todo.

Soldaditos rectos, seña de identidad Jiennense, que con sus raíces al suelo, me recuerdan dónde estoy y a dónde voy.

Si fuera un árbol que diera oro líquido, si fuera un árbol que inspirara a Machado, si no hubiera un mar, pero al mirarlos supiera que soy libre, que huelo a la tierra, mi tierra.

Tuvo que ser el otro día de vuelta en el tren, derramando un par de lágrimas, cuando al verlos, me di cuenta de que significan mucho más de lo que yo creía para mí.